lunes, 13 de febrero de 2012

Mario Silva a punto de perder el Doctorado en Teoría Bolivariana de Colas

Ignacio Gainzarain   @igaztelu


PDVSA apadrina la próxima promoción de Doctores Matemáticos Comunitarios. La gran Corporación, célebre en el manejo de algoritmos complejos para la optimización de resultados rojos rojitos en el flujo de la caja y en la evolución de la producción diaria de barriles, ha promocionado activamente la inclusión temprana de más y más mentes lúcidas. Se dice que Mario se incorporó tardíamente, gracias a la implantación de la Misión Robinson para la tercera edad. Deslumbró por su agilidad mental,  y en la Misión Ribas se llevó el premio gordo en teoría de colas, al analizar las colas de los extintos megamercales de la Av. Bolívar y Los Próceres, demostrando que el promedio de cola de un comprador no podía pasar por ningún motivo de 3,14159265 horas. Este hecho lo llevó a analizar la relación de las colas bolivarianas con el famoso número pi. En la maestría de la Misión Sucre se topó con un tema más complejo todavía: los resultados electorales en función del tamaño de las colas, la cantidad de mesas, y el número de botones por máquina de votación.
Para lograr culminar el doctorado en la teoría comunitaria de colas, el jurado encabezado por el gran hombre de las estadísticas bolivarianas, Elías El Yuri, le ha puesto a resolver el misterio de los tres millones de votantes en las elecciones primarias. Si demuestra fehacientemente cual fue el algoritmo implantado en las máquinas de Tibisay “La Ingénua”, obtendrá la mención honorífica del doctorado, con publicación en gaceta oficial del Alba.
El Yuri le proporcionó el cuadro de “análisis de los tiempos” enviado por Tibisay, “La Ingénua”. Le exigió celeridad, porque de lo contrario la Revolución puede empezar a perder su capacidad de giro macondiano. Además, le puso algo más de presión al comentarle que el Tenientico Diosdado está a punto de descubrir el “truco” usado por la MUD.



Mario al ver el cuadro quedó perplejo. No atinaba por dónde empezar a analizar las colas. Llamó al gran Amorín para que le trajera todos los videos que sacaron con las cámaras secretas. Entre los dos fueron identificando las variables claves de la cola. Empezaron contando los segundos que usaba la gente en cada etapa. Identificaron como variable crítica la gran dificultad que implicaba marcar 3 botones distanciados a más de 43,275 cms uno del otro, es decir casi un metro entre el primero y el último. Observaron la importancia de la distancia entre el último botón ubicado a más de metro y treinta cms de la pantalla donde se debía verificar si los nombres de los candidatos en la pantalla eran los correctos, tomando en cuenta que al pisar un botón la pantalla tarda 3,25768 segundos en actualizarse la imagen. Se dieron cuenta luego de revisar los primeros 25.000 videos, que si una persona  se equivocó en un botón, entonces la corrección se lleva 4,4567 veces el tiempo normal, y que la frecuencia de personas que usan lentes que deben limpiarse antes de votar, tiende a repetirse cada 6,333333 votantes en que están frente a la pantalla.
Luego de colocar todas estas variables en la función “tiempo estimado en la cola”, se encontraron que en el mejor de los casos, el tiempo promedio para votar es de medio minuto para los bolivarienses, un minuto para los que están en la cola en un puesto impar, 3 minutos para los que están en un puesto primo superior a 137 e inferior a 719, y 7,33 minutos para las persona discapacitadas, que hoy por hoy, según las estadísticas del Ministerio Bolivariano de  la Salud, son la mayoría de los oposicionistas diagnosticados con la enfermedad “squalidum malvadus”.
Pasaron los días, y estos insignes descendientes directos del famoso Fermat, demostraron fehacientemente que la única manera de lograr estos tiempos records era, que al menos 3 de cada 4 votantes vinieran de los sectores populares liberados, y para ser más exactos, certificados por la Misión Milagro.
En círculos cercanos al Dr. El Yuri se ha comentado que Mario ha sido afectado por el virus galileum primariams, enfermedad difícil de curar una vez que se ha metido en la mente.
Su tesis ha sido declarada contrarrevolucionaria, y al pobre Silva le espera una pesada espera en la cola de la "hojilla comunitaria".

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